Hebreos 2:1-4 - "No descuides una salvación tan grande".
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Introducción
Introducción
Queridos hermanos y hermanas, en nuestros últimos dos sermones, hemos explorado detenidamente el capítulo 1 de Hebreos. Consideramos que el tema central de esta epístola es la superioridad de Cristo. Por esta razón titulamos nuestra serie de sermones: Jesus es Mejor.
El escritor de Hebreos quería animar a una iglesia que estaba a punto de alejarse de la fe en Cristo. Les estaba diciendo que no dejaran de creer en él, y todo esto se basa en lo increíble que es Cristo. Si no atesoramos a Cristo, no tenemos nada.
Hebreos es un glorioso sermón escrito a creyentes hebreos, que además tenían en alta estima la ley entregada por ángeles a Moisés, y que respetaban profundamente el ministerio de los profetas y sacerdotes. A ellos, el autor les insta a valorar aún más a Jesús. Como hemos explorado, Él supera en excelencia a los profetas, sacerdotes y ángeles.
Después de haber profundizado en la asombrosa superioridad de Cristo, ahora vamos a abordar la primera de las exhortaciones del autor: "No descuides una salvación tan grande".
Hermanos, la Palabra de Dios nunca llega sola; siempre exige una respuesta de nuestra parte. Si Jesús es superior, si Él es supremo, la pregunta es ¿cómo responderás a El? El escritor de Hebreos no solo tiene como objetivo exaltar a Cristo, sino que también anhela que sus lectores respondan a Cristo en arrepentimiento y fe. El esta comprometido con la perseverancia del creyente en la fe y sabe que las advertencias son usadas por Dios para animarnos a esta.
Esta exhortación "No descuides una salvación tan grande” Es un llamado ferviente y amoroso para que nos aferremos cada vez mas a Cristo por la fe, es un llamado a responder continuamente al evangelio de nuestra salvación.
Amados, es posible que ninguno de nosotros esté dispuesto a renunciar a Cristo, ni a negarlo o contradecir su doctrina. Sin embargo, algunos podrían estar viviendo en la periferia, alejándose poco a poco, subestimando su valor y lo que ha hecho para redimirnos.
Hay una observación sabia que dice que en el infierno no solo habrá personas que se oponen directamente a Jesucristo, sino también aquellos que dejaron de lado el evangelio, que no respondieron a las palabras de Cristo y que no se entregaron a servirlo.
Puedes poseer todo el conocimiento sobre Jesucristo y, sin embargo, si no tomas acción, el resultado podría ser devastador.
Hoy, exploraremos juntos tres razones poderosas para no descuidar la salvación que Dios nos ofrece en Cristo. Son estas: la importancia vital del evangelio, las consecuencias terribles de ignorarlo y el sello divino que lo certifica como verdadero e indispensable.
Estas razones nos imponen una responsabilidad apremiante: Atesorar a Cristo en nuestras vidas. Esa responsabilidad se traduce en una comunión creciente, una adoración constante y una devoción completa al salvador de nuestra almas.
Que este tiempo juntos nos impulse a tomar firmeza en nuestra fe, a valorar la salvación en Cristo y a responder con corazones llenos de gratitud.
Leamos juntos la palabra de Dios:
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. Porque si la palabra hablada por medio de ángeles resultó ser inmutable, y toda transgresión y desobediencia recibió una justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? La cual, después que fue anunciada primeramente por medio del Señor, nos fue confirmada por los que la oyeron. Dios testificó junto con ellos, tanto por señales como por prodigios, y por diversos milagros y por dones repartidos del Espíritu Santo según Su propia voluntad.
1. La importancia vital del evangelio
1. La importancia vital del evangelio
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos.
El autor inicia con una inferencia: Por tanto.... por todo lo que he dicho anteriormente, es decir:
Por que Jesus es el hijo eterno de Dios, superior a los profetas por cuanto es el resplandor de la imagen misma de la sustancia de Dios.
Es quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder.
Es quien vino al mundo como el Dios encarnado para llevar en una cruz el castigo de nuestros pecados y luego resucitó, sentándose a la diestra de la majestad de Dios habiendo consumado su obra.
Es el que ahora gobierna sobre todo, aun sobre todos los ángeles de Dios.
Es el heredero de todo
Por cuanto en Cristo tenemos perdón de nuestros pecados, por cuanto en él hemos sido limpios para ser presentados justos delante de Dios, por cuanto en él hemos sido bendecidos para ser guardados por Dios en este mundo hasta heredar las promesas de salvación:
Entonces, a la luz de estas verdades, debemos prestar atención a esta gloriosa noticia que llamamos evangelio. Un evangelio que se trata de Jesus, de su persona y su obra en favor nuestro.
No prestar atención a esto que hemos oido, es necio. Restar importancia a un mensaje tan vital, al único mensaje que salva al hombre de la justa ira de Dios, es la peor necedad. Dios nos ha hablado en Jesucristo, de una vez por todas, en el esta la vida.
Jhon Owen dice: “Debemos esforzarnos por nutrir nuestros corazones con pensamientos elevados y constantes sobre la necesidad, el valor, la gloria y la excelencia del evangelio de Cristo, con la gracia dispensada en él, sin esto, nadie retendrá su profesión de fe”
Si tenemos en poco a Jesucristo, estás rechazando a Dios, y eso significa que estás rechazando la razón misma de tu existencia. No hay otro nombre debajo del cielo en quien podamos ser salvos. Presta mucha atención a esto, lo que esta en juego es tu alma, tu eternidad esta en juego.
Si vienes una y otra vez a la iglesia oir sobre Jesus y lo que él ha hecho para salvar pecadores como tu y no haces nada al respecto, solo me dices “Que buen sermón pastor” y sigues sin dedicar tu vida a Cristo, sin entregarte a él por completo, tu vida terminara en tragedia.
No podemos oír el evangelio, no podemos escuchar sobre la gloria de Cristo, sobre la grandeza de su obra mediadora, sobre su gracia inmensurable y simplemente asentir dejando que las palabras sigan su curso sin que tengan ningún afecto sobre nuestra vida.
El autor nos llama a prestar mucha mas atención, no sea que nos desviemos por descuido. Estas palabras usadas en el texto eran usadas por los marineros, hacen referencia a un barco que esta en el puerto pero que por descuido del marinero al no ponerle amarras y al no tirar el ancla, ha queda a la deriva y lejos del puerto.
De manera que lo que se nos manda en esencia es a no ser descuidados y anclar nuestras vidas al evangelio que hemos oido. Para que el barco de nuestra vida no se aleje del puerto de la salvación y naufrague para siempre en el abismo de la condenación.
Por implicación, debemos decir que ninguno de los que estamos escuchando constantemente el evangelio en esta iglesia y hemos hecho publica nuestra profesión de fe, busca deliberadamente la condenación, dandole la espalda a Dios de un momento a otro, menospreciado la gracia que él nos ofrece en Cristo. Generalmente las personas se desvían y terminan apostatando de la fe, terminan lejos de Cristo y de la salvación, lentamente, descuidadamente, imperceptiblemente, se alejan del puerto, hasta estrellar con las peñas de la destrucción.
El autor no esta hablando de marineros que no saben sobre puertos, o sobre anclas y amarras, esta advirtiendo a marineros descuidados. La exhortación es: Presta mucha atención, como dijo el Señor:
«Hagan que estas palabras penetren en sus oídos, porque el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres».
Lo que quiere decir es que debes deliberadamente meditar en el evangelio, dejar que este haga un cambio en tu vida. No es suficiente escucharlo, dice....
Hijo mío, presta atención a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones. Que no se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón. Porque son vida para los que las hallan, Y salud para todo su cuerpo.
Cuando escuches a Cristo, debes apropiarte de su palabra, anclarte a ella. No debes dejarla pasar de tu vida sin que te afecte. No prestar atención a lo que oyes cada domingo, hará que te alejes mas y mas de Cristo, del único puerto seguro y firme que Dios a provisto para salvarnos. Ser descuidado con lo que oyes te dejará sin amarras, a la deriva y será catastrófico para tu alma.
Solo en Jesucristo hay salvación. El es un puerto seguro para el alma. Es puerto no se moverá, no cambiará. Pero tu su puedes alejarte aun estando cerca de él.
Imagina cuántas personas estuvieron a un paso de la salvación. Oían cada domingo las hermosas palabras de vida, pero debido a su falta de atención, terminaron enfrentando el justo juicio de Dios.
Es tan fácil terminar en el infierno, solo déjate llevar, ven cada domingo a la iglesia, aprende todo lo que tiene que ver con la fe y la piedad y vive tu vida como si nunca hubieras oido sobre esto, como si no tuviera que ver contigo, descuidado con lo oyes, sin hacer nada por tu alma, sin confiar solo en Cristo, así de fácil terminarás a la deriva.
Alguien que se aparta del puerto, que no ancla su vida al evangelio, vivirá su vida centrada en si mismo, confiando en sus acciones y méritos, en su religiosidad, creyendo que estas cosas son seguras para el alma, pero se están alejando del único puerto seguro que Dios ha provisto: Jesucristo. Esta persona un día despertará, solo para verse lejos común un naufrago, sin ninguna esperanza de retorno.
Quiera el Señor que ninguno de nosotros deje de atender a lo que hemos oido, que ninguno se sienta satisfecho en esta vida apartado de Cristo. Solo en Cristo hay salvación, él es único puerto seguro para tu alma, de esto se trata el evangelio, de una persona y de lo que esta persona ha hecho para redimirnos de nuestros pecados. La salvación tuya depende de tu fe en Cristo.
¿Estamos en peligro de olvidar la singularidad del evangelio? No estemos demasiado seguros de que no lo estamos. Recuerde el ejemplo de los gálatas a quienes Pablo escribió. Para su total asombro, habían olvidado la unicidad y exclusividad del evangelio muy poco después de que Pablo fundara sus iglesias (Gálatas 1:7-9). El evangelio no es algo que deba olvidarse, sino algo a lo que aferrarse. El evangelio es crucial, vital. No es algo que podamos tomar o dejar. Tenemos la obligación moral de escuchar el evangelio.
Esto significa que debemos aplicarnos seriamente a conocer, comprender y poner en práctica la verdad del evangelio en nuestra vida. Cristo es nuestro profeta y debemos escuchar su palabra; él es nuestro sacerdote, recibamos por la fe su obra; él es nuestro rey, por eso inclinémonos ante él.
Prestar atención al evangelio no es sólo un conocimiento teórico del evangelio, sino fe en el evangelio, amor por su verdad y firmeza en seguirlo.
Ahora que hemos considerado la importancia vital del evangelio, veamos:
2. Las consecuencias terribles de ignorarlo
2. Las consecuencias terribles de ignorarlo
Noten que en los Versículos 2 y 3 el autor nos habla de las consecuencias que tendremos si descuidamos el evangelio: “No escaparemos, sino que tendremos justa retribución por lo hemos hecho”
Noten que el razonamiento del autor va de lo menos a lo mayor:
Comienza con lo menor, la ley que fue entregada a Moisés por medio de Angeles. Dicha ley como vimos en Exodo trazaba para el pueblo de Israel un camino seguro para acercarse a Dios por la fe en el mesías que habría de venir, cuando el pueblo de Israel trataba de acercarse a Dios en sus términos como lo hicieron con el becerro de oro, despreciando al mediador provisto por Dios y al mandamiento que regulaba su adoración, muchos murieron bajo el juicio de Dios. De manera que desviarse de la fe en el A.T. dejo al pueblo descuidado bajo la sentencia de la ley y Dios castigo toda transgresión y desobediencia de manera justa, tratándoles según sus obras.
Ahora el autor va al N.T. a la salvación mas grande que Dios nos ha provisto hoy, no mediante sombras, sino mediante la realidad. La persona a quien señalaba la ley, ya vino y proclamo libertad a los cautivos. El sacrificio perfecto por los pecados ya fue ofrecido mediante su muerte en la cruz. De manera que el don es mayor, la gracia que hemos recibido es completa, ya estamos en el tiempo del cumplimiento de las promesas hechas por Dios aIsrael.
Si en el A.T. los incrédulos no escaparon:
Y el Señor me dijo: «No ruegues por el bienestar de este pueblo. »Cuando ayunen, no escucharé su clamor; cuando ofrezcan holocausto y ofrenda de cereal, no los aceptaré; sino que con espada, con hambre y con pestilencia los destruiré» Pero yo dije: «¡Ah, Señor Dios! Los profetas les dicen: “No verán espada ni tendrán hambre, sino que les daré paz verdadera en este lugar”». Entonces el Señor me dijo: «Los profetas profetizan mentira en Mi nombre. Yo no los he enviado, ni les he dado órdenes, ni les he hablado. Ellos les están profetizando visiones falsas, adivinaciones, vanidades y engaños de sus propios corazones. »Por tanto, así dice el Señor: “En cuanto a los profetas que profetizan en Mi nombre sin que Yo los haya enviado, y que dicen: ‘No habrá espada ni hambre en esta tierra’, a espada y de hambre esos profetas perecerán”.
¿Como escaparemos del justo juicio de Dios si menospreciamos a la persona de Cristo, la sustancia de todas las promesas de Dios?. Nadie puede escapar de la venganza divina si descuida la verdad del evangelio.
Calvino dijo: “Cuanto más precioso es el don de Dios, más vil es nuestra ingratitud si no le damos el valor que le corresponde. De acuerdo con la grandeza de Cristo, así será la severidad de la venganza de Dios sobre todos los que desprecian el evangelio”
No escaparemos si descuidamos aquellas cosas que hemos oido sobre el hijo y sus implicaciones para nuestra vida:
¿Si nos salvó? No merece nuestro amor y gratitud.
¿Si nos redimió con su sangre para si? no deberíamos vivir para él y para su gloria por el resto de nuestras vidas.
¿Si nos perdonó por gracia? No deberíamos sentirnos deudores para con nuestro prójimo.
Amados no deberíamos tratar el evangelio con ligereza, debemos atesorarlo y retenerlo, debemos apreciar cada vez mas la gloria de Cristo y su obra por nosotros, de manera que vivamos en consecuencia.
Las consecuencias de menospreciar el evangelio son eternas y terribles, mas adelante el escritor nos dice:
¡Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo!
El evangelio es fundamental para tu alma. Si lo ignoras, las consecuencias para tu vida serán devastadoras, ahora veamos una última razón para no descuidar el evangelio de nuestra salvación:
3. El sello divino que lo certifica como verdadero e indispensable.
3. El sello divino que lo certifica como verdadero e indispensable.
Amados el evangelio es la única verdad que salva. Una verdad que ha sido confirmada, certificada por Dios mismo como su palabra. La biblia es la santa palabra de Dios, no estamos tratando con una invención humana. Si te fijas, las dos religiones con mas adeptos en el mundo se basan en dos libros sagrados: “El Coran y el Libro del Mormón” ambos libros vienen de la pluma de hombres que dicen haber tenido una revelación personal departe de Dios. Pero nadie estuvo allí para ser testigo de esta revelación, nadie puede confirmar lo que estos hombre escribieron en estos libros, ni nadie puede confirmar que estos eventos en verdad pasaron, los adeptos deben creer en la infalibilidad de estos hombres con una fe ciega, esto es un salto de fe.
Es importante tener en cuenta que la Biblia fue escrita a lo largo de más de mil quinientos años, por docenas de autores distintos que contaron con cientos de testigos que pueden confirmar su mensaje
Consideren solo a Moises.... Miles vieron a Dios descendiendo en Sinaí para hablar con él. De mano de Moisés Dios obro Señales, prodigios y milagros, por medio de él Dios repartió libremente dones espirituales en Israel. ¿Que Judío podía dudar que Dios haya hablado por boca de este siervo?
Amados, Dios ha hablado hoy por medio de Cristo y sus apóstoles y esta palabra ha sido escrita para nosotros en el N.T. y Dios la certificó para que sepamos que el evangelio es verdad, no es un salto de fe al vacío, es la certeza de algo que podemos esperar porque Dios ha hablado. .
Dios no quiere que creas en cuentos de Adas. Su palabra es verdad y debemos considerada con cuidado porque descuidarla tiene consecuencias eternas, puesto que ella es el único mensaje de salvación, es la única buna nueva, el evangelio.
¿Cual es el sello para confiar en la veracidad del N.T.?
Dios ha testificado anunciando su evangelio por medio del hijo, y luego confirmo este evangelio por medio de los que le oyeron. Y sabemos que el testimonio que hemos recibido de los apóstoles es verdad porque Dios mismo lo ha confirmado mediante señales, maravillas, milagros y dones que el E.S. repartió libre y soberanamente a quien quiso.
De manera que las señales, las maravillas, los milagros y ciertos dones especiales dados por el E.S. fueron temporales, dados por Dios para confirmar su Palabra.
Los milagros no ocurrían todo el tiempo la historia bíblica. La gente no veía milagros normalmente. La historia bíblica cubre mas o menos seis mil años de historia y solo se relatan tres periodos de tiempo en los que ocurrieron milagros: Cuando Dios entregó a Moises la ley, para el tiempo de los profetas especialmente para el tiempo de Elias y Eliseo y para el tiempo del ministerio de Jesus y sus apóstoles.
Cuando el pueblo de Israel veía milagros, sabía que algo especial estaba ocurriendo. Hebreos dice que estas cosas ocurrieron para certificar la palabra de Dios como verdadera e indispensable para la salvación.
Cada domingo, cuando subo al púlpito a predicar la palabra de Dios, no estoy hablando de ideas inventadas, sino de su revelación única y especial. Es el testimonio que Dios entrego a los apóstoles y profetas, el mismo testimonio que fue certificado con señales, prodigios y milagros. Como lo dice Pablo:
Porque no me atreveré a hablar de nada sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, en palabra y en obra, con el poder de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios, De manera que desde Jerusalén y por los alrededores hasta el Ilírico he predicado en toda su plenitud el evangelio de Cristo. De esta manera me esforcé en anunciar el evangelio, no donde Cristo ya era conocido, para no edificar sobre el fundamento de otro;
Noten el testimonio de Lucas:
Con todo, se detuvieron allí mucho tiempo hablando valientemente, confiados en el Señor que confirmaba la palabra de Su gracia, concediendo que se hicieran señales y prodigios por medio de sus manos.
Los milagros confirmaron la Palabra de los Apóstoles, junto con los dones de sanidades, milagros, lenguas e interpretación de lenguas.
De esta manera Dios ha confirmado su palabra. ¿Prestaras al evangelio la atención que merece?. El descuido de la salvación de Cristo, te costará la eternidad.
Conclusión:
Conclusión:
Así que, piensa en estas tres razones para no pasar por alto la salvación que Dios te brinda en Cristo. Recuerda: la vital importancia del evangelio, las consecuencias graves de no prestarle atención y el sello divino que garantiza su autenticidad y necesidad.
Presta mucha atención al evangelio. El puritano Jhon Owen sugiere que para hacerlo debemos:
Mantener constantemente pensamientos elevados sobre la excelencia del evangelio. El ministerio del evangelio está lleno de gloria; mantengamos la gloria y las maravillas del evangelio siempre delante de nuestros ojos.
Estudiar con diligencia el evangelio “escudriñando la mente de Dios en él, para que seamos sabios en los misterios” del evangelio. El estudio de la palabra es la seguridad de nuestra fe.
Debemos mezclar la palabra con la fe. No debemos ser como la persona que ve comida pero no come.
Debemos conformar nuestro corazón y nuestra vida al evangelio.
Y debemos estar alerta contra todo lo que se opone a la veracidad del evangelio. Los pensamientos, actitudes, falsas doctrinas y formas de vida que se oponen al evangelio son muchos; por lo tanto, debemos aprender a estar alerta contra todo lo que pueda derribar su verdad en nuestras vidas y tratar de preservar la verdad en nuestros corazones.
Debemos tener cuidado de todo aquello que nos distraiga del evangelio, como por ejemplo: Los tiempos e prosperidad, dice Owen. “El calor de la prosperidad engendra enjambres de apóstatas, como el calor del sol genera insectos en primavera”. O los tiempos de aflicción o tentación (Debemos velar y orar para no caer en tentación)
Hermano, todos podemos ser tentados a desviarnos de la fe, recuerden lo fácil que es desvistes, perder el rumbo e ir a la deriva, ocurre con pequeños descuidos, cuando en lugar de valorar lo que Cristo dice que valoremos, dejamos de lado la comunión con la iglesia, dejamos de meditar juntos en la palabra de Dios, dejamos de motivarnos al amor y a las buenas obras, dejamos de lado nuestra responsabilidad y ministerio, nos ausentamos del servicio de adoración, dejamos d de tener tiempo personal de oración con el Señor, cultivamos una actitud quejumbrosa y de crítica hacia el pueblo de Dios y casi siempre esto irá acompañado de grandes fracasos morales.
Preste atención a la advertencia: “¿Cómo escaparemos si descuidamos una salvación tan grande?”
Finalmente quiero que salgas de este lugar decidido a responder con fe al evangelio. Esto involucra el deber de oír atentamente al Señor, de manera que puedas tener una comunión mas creciente con él, que aprendas cada día a considerar si gloria y alabarlo por quien es Él y por lo que ha hecho por ti y que esta consideración te lleva a una renovada devoción y obediencia a quien ama tu alma.
Dios nos ayude.